En una perspectiva de casi 10 años, esto es de 2012 a 2021, la población que ahorra en México aumentó de 50.8% a 58.6%, lo que implicó un avance de 7.8 puntos porcentuales.

Sin embargo, en 2018 se observó un máximo histórico, cuando 67.8% de la población tenía una forma de ahorro, ya fuera formal o informal. Desde entonces, se ha observado una caída, ya que la proporción de mexicanos que ahorran disminuyó 9.2 puntos porcentuales entre 2018 y 2021.

“Esta reducción observada en el ahorro muestra el impacto de la pandemia del Covid-19 en el empleo, ingreso y horas trabajadas, que tuvo efectos significativos en el mediano plazo en las tendencias de ahorro de las y los mexicanos”, explicó la organización México ¿Cómo vamos? en su reporte interactivo “Panorama del ahorro en México”, con base en datos de la población entre 18 a 70 años de edad.

Actualmente, la mayoría de los mexicanos que “hacen su guardadito” tienen como instrumentos principales las cuentas bancarias de ahorro y cuentas bancarias de nómina, ya que así lo han reportado 51.4% y 44.5% de los mexicanos, respectivamente.

En el caso de los instrumentos informales, lo más frecuente es guardar el dinero en el hogar o bien participar en “tandas”.

Por lo general, los mexicanos con capacidad de ahorro destinan esos recursos a emergencias, así como para gastos en el hogar, entre ellos alimentación, pago de servicios o gastos personales.

En una menor proporción, los mexicanos tienen el hábito de ahorrar para su retiro laboral. Este es el caso de 39.2% de la población de 18 a 70 años, que disponen de una cuenta específica para ahorrar con motivo de su jubilación.

La brecha entre hombres y mujeres es de 18.1 puntos porcentuales, ya que 48.8% de los hombres tiene una cuenta de ahorro para el retiro, mientras que 30.7% de las mujeres también dispone de una.

La diferencia entre hombres y mujeres se explica principalmente por las oportunidades laborales de las mujeres, quienes por el matrimonio y la maternidad no pueden obtener un empleo de tiempo completo en una empresa formalmente establecida que las registre en la seguridad social.

Varias mujeres tienden a buscar empleo de medio tiempo en la economía formal, que paga menores salarios, o bien una ocupación en el sector informal de la economía, que les ofrece flexibilidad de tiempo, pero paga bajos salarios y no ofrece inscripción en la seguridad social.

“Tener un empleo formal está asociado a una mayor propensión de las personas a ahorrar que lo que se observa en el empleo informal. Este resultado es consistente para todos los niveles de ingresos”, refiere México ¿Cómo vamos? en su reporte.

En este sentido, México ¿Cómo vamos? sugiere a los gobiernos y al sector privado, así como a la población trabajadora, que se fomente un mayor ahorro, sobre todo con miras al retiro laboral, en aras de que al llegar la edad de retiro, el trabajador tenga la cantidad de recursos suficientes que le permitan pagar sus gastos básicos.

Asimismo, en la medida que el ahorro para el retiro está altamente relacionado con el empleo, la organización sugiere que se facilite el ingreso de los trabajadores a la formalidad y que se otorguen mayores apoyos a las mujeres trabajadoras, en aras de que puedan participar para empleos de tiempo completo sin descuidar sus responsabilidades en el hogar, entre otra recomendaciones.

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