Reforma de pensiones en Chile está en suspenso
El Gobierno de Chile desistió este lunes de acelerar la discusión parlamentaria de su proyecto para reformar el sistema de pensiones, una de las mayores promesas del presidente Gabriel Boric, después de que la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) condicionara las negociaciones para conseguir un acuerdo a la dimisión de uno de los ministros. En un comunicado, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social informó que el Ejecutivo “decidió no renovar, transitoriamente, la suma urgencia en la discusión del proyecto que reforma el sistema previsional”, con el objetivo de conseguir un “acuerdo político amplio”.
“Es inaceptable (…) Las personas mayores están por encima de esos intereses (los de la UDI). Tenemos que llegar a un acuerdo en materia de pensiones para subirle las pensiones a las personas que se han dejado la cresta trabajando toda su vida”, indicó Boric tras finalizar su primera gira europea.
Ejecutivo reacciona
“Hay algunos que no se sientan a la mesa a conversar, ¿con qué cara no se sientan a la mesa a conversar?”, agregó el mandatario, quien también recordó la negativa de la oposición a negociar sobre un nuevo pacto fiscal.
La UDI se levantó el pasado viernes de la mesa de diálogo sobre la reforma de pensiones y supeditó su vuelta a la dimisión del ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, salpicado por presuntas ayudas fraudulentas a una fundación privada vinculada a su partido, Revolución Democrática (RD), que forma parte de la coalición de gobierno.
“Acá hay una persona que tiene que asumir una responsabilidad política, la judicial no nos corresponde a nosotros. Mientras esa responsabilidad política no se haga efectiva, el diálogo político va a ser imposible”, dijeron los conservadores en la misiva.
Críticas
El sistema de pensiones chileno fue pionero en la capitalización individual y obliga a cada trabajador a aportar un 10% mensual de su sueldo a una cuenta personal de la que puede disponer cuando se jubile y que es gestionada por las AFP.
El modelo ha sido criticado por las escasas pensiones que otorga: la pensión media ronda los 200,000 pesos mensuales. Sus defensores argumentan que el modelo ayudó al desarrollo del mercado de capitales, mientras que sus detractores consideran que solo funciona si se tiene un empleo estable y un ingreso alto, algo impensable para la mayoría de los trabajadores.
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