México. Sin reforma fiscal, pago de pensiones es un obstáculo para el desarrollo del país: CEEY

El gasto de las pensiones del IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE, Luz y Fuerza del Centro, Ferrocarrileros y del programa federal Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores (PBAM) será de más de 1.66 billones de pesos para este año lo que equivaldría a 5.2% del Producto Interno Bruto (PIB).

Para ponerlo en perspectiva, el monto destinado al pago de pensiones es mayor a 2.5% del PIB que se gasta en salud, a 3.1% en educación y a 2.9% en infraestructura, de acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y que retomó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Enrique Díaz-Infante, director del Sector Financiero y Seguridad Social del CEEY, comentó a El Economista que el gasto en pensiones es el gran problema fiscal que México tendrá que enfrentar porque la población envejece aceleradamente.

“En ausencia de una reforma fiscal, el pago de las pensiones implica quitarle recursos a educación, salud o infraestructura. En ausencia de una reforma está significando quitarle recursos a la inversión en capital humano y físico en perjuicio del desarrollo del país”, dijo Díaz-Infante.

Los datos del CIEP revelan que el pago de las pensiones equivalía en 2017 al 3.7% del PIB, en 2020 a 4.7% y para 2024 será de 6.5% del PIB.

“Estamos gastando lo mismo en pensiones que casi lo que en salud y educación juntos. Es un drama para el crecimiento y es una gran injusticia generacional, estamos quitando recursos para las generaciones que siguen y afectando el crecimiento para pagar pensiones”, explicó el integrante del CEEY.

Ante ello, agregó, existe una urgencia por realizar una reforma fiscal en el próximo gobierno, porque se está acortando el espacio fiscal y las obligaciones se tienen que cumplir porque son derechos adquiridos.

“Legalmente hay que pagarlas, el monto irá creciendo, entonces se tiene que hacer una reforma tributaria sin duda o se la va seguir recortando a salud, educación o infraestructura o ¿nos vamos a empezar a endeudar para pagar pensiones?”, dijo.

Díaz-Infante también comentó sobre la inequidad que existe en las pensiones del IMSS, ISSSTE o Pemex.

“En la mayoría de los casos son pensiones muy jugosas que no corresponden a las aportaciones que se hicieron”, sostuvo. Por ejemplo, se han registrado casos en donde un ex-trabajador de Pemex puede tener una pensión de 10,000 a 200,000 pesos mensuales.

Instituto Nacional de Pensiones

El CEEY ha propuesto crear una ley de pensiones y un Instituto de pensiones que otorgue institucionalidad y gobernanza a todo el sistema, que diseñe los cambios al mismo y que coordine su administración.

Se tiene que crear un Instituto Nacional de Pensiones para que ayude a generar la información y coordinar las soluciones, así como que evite la duplicidad en el pago de pensiones”, comentó Díaz-Infante.

Además, del instituto, se tendría la obligación de generar un inventario de todos los esquemas pensionarios en el país acompañado de estudios actuariales para saber si están bien fondeados.

En el país existen cerca de 3,000 esquemas de pensiones que no tienen conexión entre sí, lo que incrementa el costo de otorgar pensiones ya que se presentan diferentes coberturas, de acuerdo con un informe del Grupo de Trabajo para la Transición Hacendaria.

 

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