Más adultos mayores mujeres que hombres en el empleo informal

En México, 70 por ciento de la población ocupada de 60 años y más tiene un empleo informal. El porcentaje de mujeres que se encuentra en esta situación es mayor que el de los hombres (75 por ciento frente al 68 por ciento).

La mayoría de las personas ocupadas de 60 años y más laboran por cuenta propia (49 por ciento), le siguen las y los trabajadores subordinados y remunerados (38 por ciento). Conforme aumenta la edad los hombres económicamente activos superan a las mujeres en todos los grupos de edad, excepto el de 80 años y más.

De las personas no económicamente activas sólo el 31 por ciento son pensionadas, de las cuales 58 por ciento son hombres y 17 por ciento, mujeres. La mitad de la población se dedica a quehaceres domésticos, de estos el 70 por ciento son mujeres frente a 14 por ciento de los hombres.

En el marco del Día 1 de octubre como Día Internacional de las Personas de Edad establecido por Naciones Unidas desde 1990, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó indicadores de las condiciones económicas de las personas mayores.

Mientras que Naciones Unidas señaló que a pesar de que las mujeres mayores continúan contribuyendo significativamente en la vida política, civil, económica, social y cultural, sus aportaciones y experiencias siguen siendo invisibles y desatendidas, limitadas por las desventajas de género acumuladas a lo largo de la vida.

La intersección entre la discriminación basada en la edad y el género agrava las desigualdades nuevas y existentes, incluidos los estereotipos negativos que combinan discriminación por edad y sexo.

Naciones Unidas eligió como tema de este año «La resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante» “como sello distintivo y recordatorio del importante papel que desempeñan las mujeres mayores para superar los desafíos globales y contribuir con soluciones que aúnan resiliencia y fortaleza”.

“Reconocer las aportaciones vitales de las mujeres mayores, promover la inclusión de sus voces, y conocer sus necesidades y perspectivas es fundamental para crear políticas que atiendan nuestros retos locales, nacionales y globales”.

Actividad de las personas adultas mayores
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), para el segundo trimestre de 2022 se estimó que había 17 958 707 personas de 60 años y más (adultas mayores), lo que representa 14 por ciento de la población total del país. En los hombres, este porcentaje es de 13 por ciento; en las mujeres, es de 15 por ciento.

De acuerdo a la condición de actividad de las personas adultas mayores, en el segundo trimestre de 2022, se estima que 33 de cada 100 personas de 60 años y más son Población Económicamente Activa (PEA) y 67 de cada 100 son Población No Económicamente Activa (PNEA).

La mitad de las mujeres ocupadas de 60 años y más (50 por ciento) trabaja por cuenta propia. En los hombres, este porcentaje es ligeramente más bajo (48 por ciento). En las y los trabajadores subordinados y remunerados no hay diferencias (38 por ciento); sin embargo, es más alto el porcentaje de hombres que son empleadores con respecto al de las mujeres (12 por ciento frente a 5 por ciento). El porcentaje de mujeres que trabajan sin pago es mayor al de los hombres (7 por ciento frente a 2 por ciento).

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo ENOEN indica que 45 por ciento de las personas adultas mayores que están ocupadas gana hasta un salario mínimo, 22 por ciento obtiene ingresos de más de un salario y hasta dos salarios mínimos y 7 por ciento gana más de dos y hasta tres salarios mínimos. Nótese que 9 por ciento no recibe ingresos.

El porcentaje de mujeres que ganan hasta un salario mínimo es superior al de los hombres (57 por ciento frente a 39 por ciento). En el resto de las categorías, las mujeres se encuentran en desventaja con respecto a los hombres. Solo en el rubro de más de tres y hasta cinco salarios mínimos, el porcentaje es igual.

La población ocupada de 60 años y más se distingue por dedicarse al comercio (23 por ciento) y a actividades agropecuarias (23 por ciento). La siguen quienes son trabajadoras y trabajadores industriales artesanos y ayudantes (21 por ciento)

En cuanto a las condiciones laborales, estimaciones de la ENOEN señalan que, durante el segundo trimestre de 2022, 44 por ciento de quienes trabajaban de manera subordinada y remunerada con 60 años y más, no contaba con prestaciones. En los hombres este porcentaje representó 45 por ciento; en las mujeres, 43 por ciento.

La OIT argumenta que, conforme transcurre el ciclo vital de las personas, aumenta la posibilidad de caer en el empleo informal. Según la Organización de las Naciones Unidas, las personas de edad avanzada suelen trabajar en empleos mal remunerados, viven del apoyo de la familia o sus ingresos se limitan a las pensiones

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