Marcha de los Sistemas de Pensiones Junio – Julio 2020 N°4

Por FIAP

En su último informe “Allianz Global Pension Report 2020: The Silver Swan”, Allianz encuentra que al analizar 70 sistemas de pensiones en términos de sostenibilidad y adecuación, solo unos pocos ya han logrado que su sistema de pensiones sea resiliente a los cambios demográficos, sobre todo Suecia, Bélgica y Dinamarca. El informe toma el pulso a los sistemas de pensiones de todo el mundo con el indicador de pensiones “Allianz Pension Index” (API). El índice sigue una lógica simple: inicia el análisis con los prerrequisitos demográficos y fiscales y luego continúa examinando los sistemas de pensiones en sus dos dimensiones decisivas: sostenibilidad y adecuación. Por lo tanto, el índice se basa en tres subíndices y tiene en cuenta 30 parámetros, que se califican en una escala del 1 al 7, siendo 1 la mejor calificación. Al sumar todos los subtotales ponderados, la API asigna a cada uno de los 70 países analizados una calificación entre 1 y 7, brindando así una visión integral del respectivo sistema de pensiones.

El primer subíndice del API combina el cambio demográfico y la situación financiera pública (margen financiero). No es de extrañar que muchos países emergentes de África o Asia obtengan resultados bastante buenos en este subíndice, ya que la población aún es joven y los déficits y deudas públicos son bastante bajos. Por otro lado, muchos países europeos, como Italia o Portugal, se encuentran entre los peores resultados: las poblaciones de edad avanzada tienen grandes deudas. El segundo subíndice de la API es la sostenibilidad, que mide cómo reaccionan los sistemas al cambio demográfico: ¿hay estabilizadores incorporados o el sistema se derrumbará cuando la cantidad de contribuyentes disminuya mientras que la de beneficiarios sigue aumentando? En ese contexto, una palanca importante es la edad de jubilación.

En la década de 1950, un hombre promedio de 65 años que vivía en América del Norte o Europa podía esperar pasar alrededor de 12,5 años en la jubilación. Hoy en día, la esperanza de vida adicional promedio de una persona de 65 años es de 17,6 años y se prevé que aumente a 20,8 años en 2050. Como consecuencia, la relación entre la vida laboral y el tiempo de jubilación ha disminuido notablemente. Los países que decidieron ajustar la edad legal de jubilación o el aumento de las prestaciones de pensión al desarrollo de una mayor esperanza de vida, como los Países Bajos, tienen, por tanto, un sistema de pensiones más sostenible que los países donde posponer aún más la jubilación sigue siendo un tabú.

El tercer subíndice de API califica la adecuación del sistema de pensiones, cuestionando si los sistemas de pensiones brindan un nivel de vida adecuado en la vejez. Las palancas importantes aquí son la tasa de cobertura, el nivel de beneficios que recibe el pensionista promedio, y la existencia de prestaciones de vejez financiadas con capital y otras fuentes de ingresos. En general, el puntaje promedio en el subíndice de adecuación (3,7) es ligeramente mejor que el del subíndice de sostenibilidad (4,0), una señal de que la mayoría de los sistemas aún le dan más peso al bienestar de la generación actual de pensionistas que al de la futura generación de contribuyentes de impuestos y contribuciones sociales. Los países que encabezan la clasificación de adecuación tienen pensiones estatales bastante generosas, como Austria o Italia, o un segundo y tercer pilares fuertes financiados con capital, como Nueva Zelanda o los Países Bajos. La combinación de las puntuaciones de los tres subíndices del API da los resultados generales: Suecia, Bélgica y Dinamarca se destacan como los mejores sistemas de pensiones del mundo.

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