El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ha roto el status quo de la argumentación de la industria financiera sobre el ahorro complementario. El sector suele pedir más incentivos fiscales, rehuye de la liquidez y no suele hacer autocrítica. Huertas ha abrazado la primera idea, pero ha arremetido contra las otras dos en su paso por el curso de finanzas sostenibles que organizan la APIE y la Universidad Menéndez Pelayo en colaboración con BBVA.

El ejecutivo ha reflexionado sobre la necesidad de que haya un consenso político para asegurar la sostenibilidad de las pensiones a largo plazo teniendo en cuenta la dinámica demográfica, acompañado de un incentivo al ahorro privado para que haya de forma mayoritaria después de la jubilación una pensión pública y otra complementaria, “como ocurre en la mayoría de los países, que tienen tasas de sustitución -pensión respecto al último salario- inferiores”.

“Las pensiones están respaldadas por el Estado así que se van a pagar, pero habrá que determinar la cuantía”, sostiene Huertas. El presidente de Mapfre cree que en cuanto se estabilice el mapa político podrá haber un avance en este sentido a través del Pacto de Toledo, y ve necesario que los españoles tengan más incentivos para ahorrar. Pero el primer punto en incidir parte desde la oferta: “No hemos sabido crear productos con la suficiente rentabilidad, atractivo, liquidez para que los españoles puedan ahorrar”, admite.

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