Las pensiones universales y las pugnas dentro del federalismo mexicano
Por Anahely Medrano Buenrostro
En los albores del actual milenio, el enfoque neoliberal en política social federal, particularmente en lo referente a asistencia social y pensiones, era claro y dominante en México. El programa social más emblemático de ese paradigma son las transferencias monetarias condicionadas (TMC) focalizadas en la población extremadamente pobre. Hay muchas versiones de este tipo de programas. El mexicano (inicialmente llamado Progresa) operó entre 1997 y 2018, y fue ampliamente reconocido mundialmente. Este programa se caracterizó por un diseño que enfatizaba la focalización y la condicionalidad “dura”.
Paralelamente, un paradigma de política social de corte universalista y de derechos emergió como una alternativa al del gobierno federal en la Ciudad de México, entonces denominado Distrito Federal. Desde 1997, durante la administración de Cuauhtémoc Cárdenas, se sentaron las bases de un enfoque alternativo de política social. En el año 2000, cuando la coalición izquiedista que lideró AMLO ganó las elecciones en la capital, mientras que el panista Vicente Fox hizo lo propio en las federales, ese paradigma local se materializó en programas sociales que ganaron fama, como las pensiones universales.
Fuente Nexos