La tasa de fallecimiento de los afiliados del sistema de AFP viene al alza: fue de 0,28% promedio en los últimos 17 años y en 2020 llegó a 0,5%
Asociado a esto, también ha subido el número de cuotas mortuorias que pagan las AFP, que tienen como propósito cubrir los gastos originados por el funeral de los afiliados que fallecen, con cargo a la cuenta individual. En 2019 éstas superaron por primera vez las 30 mil y en 2020 registraron un incremento de 7,7%, hasta las 34.382, por las que se pagaron casi US$19 millones.
Ha venido subiendo la tasa de fallecimiento promedio anual de los afiliados que cotizan en las AFP. Al considerar los últimos diecisiete años, dicha tasa alcanza el 0,28% del total de afiliados al sistema, pero al observar lo que ha ocurrido en los cinco años más recientes, llegó al 0,41% promedio. Y aún más, en 2020 subió a 0,5%.
Roberto Fuentes, gerente de estudios de la Asociación de AFP, comenta que estas cifras se explican, en parte, “por el envejecimiento de los afiliados, cuya edad promedio ha aumentado desde los 33 años en 1990; a 35,8 años promedio en el año 2000, y a 39,9 años promedio en 2020″.
Hay que considerar que en el año 1980 se instauró el sistema de AFP. En ese momento, algunos afiliados se mantuvieron en el antiguo sistema, razón por la cual ahora se ha ido observado esta tendencia al envejecimiento en el sistema de AFP. A esto se suma la misma tendencia de evejecimiento que hay en la población general.
Relacionado con lo anterior, cuando un afiliado fallece las AFP pagan una cuota mortuoria, que tiene como propósito cubrir los gastos originados por el funeral. Este monto en dinero es retirado de la cuenta individual del afiliado fallecido, activo o pensionado, y su valor actual es de UF 15 ($449.141 a septiembre 2021). En caso de existir un saldo inferior, se paga lo que haya en la cuenta de capitalización individual, y se entrega a los beneficiarios o a quien acredite haberse hecho cargo de los gastos funerarios.
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