La Revolución de La Tecnología de Las Cadenas De Bloques Y Su Impacto En Los Sectores Económicos
Por Ismael Santiago Moreno (Universidad de Sevilla)
En la actualidad estamos asistiendo a una disyuntiva en el sistema capitalista, donde el beneficio, tal y como lo conocemos (y eje principal de este sistema económico), podría acabar evaporándose.
Según Rifkin (2014), la intensa competitividad global está facilitando la aparición continua de una nueva y extraordinaria infraestructura tecnológica, con el potencial de fomentar la productividad y reducir a casi cero los costes marginales (el coste de producir cada unidad adicional es prácticamente nulo, haciendo que el producto acaba siendo virtualmente gratuito) de grandes segmentos de la vida económica, en los próximos años.
Esto desencadenaría un nuevo paradigma económico, en donde tecnologías como las cadenas de bloques (blockchains), el Big Data y el Internet de las Cosas (IoT) jugarán un papel protagonista.
En la era digital, el activo más importante son los datos. Es por ello que las empresas que reconocen el valor estratégico de la información, y la emplean para cooperar y competir, son más productivas y obtienen mayores ganancias (Rodríguez, 2016).
Para Rayón (2016), la confianza de los ciudadanos en el mundo digital es crucial para que las compañías puedan aprovechar el potencial económico de la información y sus datos.
Para Cisco ISBG, se prevé que haya activos 50 mil millones de dispositivos conectados para una población que se espera de 7.600 millones de personas en el año 2020.
En este contexto, es relevante decir que el 90% de los datos del mundo han sido creados en los últimos dos años, y cada diez minutos se hacen tantas fotografías en el mundo como todas las realizadas en el siglo XIX y parte del XX (Rayón, 2016).
Según Tapscott, la tecnología que tendrá el mayor impacto en las próximas décadas serán las Cadenas de Bloques (blockchains).
Éstas facilitarán la democratización de la información, mediante una base de datos descentralizada y abierta, que se ejecuta en millones de computadoras y que funciona como un gran libro de contabilidad, que se va incrementando, conforme se van produciendo movimientos validados, sin posibilidad de borrarlos o modificarlos por nadie. Esto da legitimidad y la posibilidad de gestionar transacciones a través de la red, entre personas que no se conocen.
Además, las blockchains darán origen a lo que denominamos el Internet del Valor, donde todo tipo de activo, desde el dinero hasta la música, podrá almacenarse, moverse, tramitarse, intercambiarse y manejarse, sin intermediarios poderosos. Estas cadenas de bloques podrán contener cualquier documento legal, además de contratos inteligentes, que podrían cambiar la manera en la que las empresas y las personas actúan y trabajan en la actualidad.
También para Tapscott (2016), los problemas que más afectan a toda la población mundial es la desigualdad social. Sin embargo, el Internet del Valor (con la tecnología blockchain como eje central) y las criptomonedas podrían permitir desarrollar nuevas maneras de crear riquezas democráticamente, con la participación de muchas más personas en la economía, que buscan una compensación justa a su trabajo.
La tecnología blockchain puede ser aplicada más allá del sector de las finanzas para mejorar la manera en la que se hacen negocios, agricultura, gestión de energía, datos e identidad y un sin fin de mejoras que aún están por descubrirse.
Fuente: SSRN