El aumento fue liderado por los costos de los alimentos, que subieron un 27% con respecto a igual mes de un año antes, mientras que los restaurantes, los alquileres y los precios de los combustibles también incidieron en el alza.

La inflación en Colombia se aceleró más de lo esperado en noviembre, para acercarse a un máximo de 24 años, lo que mantiene la presión para que el banco central extienda su ciclo de ajuste más pronunciado de la historia.

Los precios al consumidor subieron un 12,53% en noviembre con respecto al mismo mes del año anterior, el ritmo más rápido desde marzo de 1999, informó el lunes la agencia de estadísticas. La cifra se compara con una estimación mediana del 12,35% de los economistas encuestados por Bloomberg.

El aumento fue liderado por los costos de los alimentos, que subieron un 27% con respecto a igual mes de un año antes, mientras que los restaurantes, los alquileres y los precios de los combustibles también incidieron en el alza.

Desde el año pasado, los responsables de la política monetaria han elevado las tasas de interés en 9,25 puntos porcentuales hasta el 11%, el nivel más alto desde 2001, ya que la inflación se disparó a más de cuatro veces el objetivo de inflación del 3%. Los economistas encuestados por el banco central esperan un aumento de la tasa de interés de un punto porcentual en su reunión del 16 de diciembre.

Según el economista Gustavo Acero, de Banco de Bogotá, la presiones inflacionarias son generalizadas, no solo el aumento de los precios de los alimentos. Puntualiza que el resultado confirma el escenario de un alza de tasas de 100 puntos básicos, y que posiblemente el ciclo de aumentos se extienda más allá de diciembre.

Entre las principales economías de América Latina, la inflación ha tocado techo en Brasil, Chile, Perú y México, mientras que los precios continúan subiendo en Colombia y Argentina. Dos de los principales bancos centrales de la región, el de Brasil y el de Chile, pusieron fin a sus campañas récord de ajuste.

Los analistas e inversionistas siguen de cerca las negociaciones del salario mínimo para 2023, ya que muchos servicios, comos los alquileres, las tarifas de salud y los pagos de pensiones mínimas, están vinculados a dicho aumento. El viceministro de Hacienda, Diego Guevara, dijo el mes pasado que el acuerdo entre empresarios y trabajadores podría rondar el 15%.

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