Los trabajadores de la fábrica de Boeing votaron el miércoles rechazar una oferta de contrato y continuar una huelga de más de cinco semanas, en un golpe al plan del nuevo director ejecutivo Kelly Ortberg de apuntalar las finanzas del fabricante de aviones en dificultades.

El 64% de los votos se opuso al acuerdo, que ofrecía un aumento salarial del 35% en cuatro años, en un importante revés para Ortberg, que asumió el cargo en agosto con la promesa de trabajar más de cerca con los trabajadores de la fábrica que sus predecesores.

El rechazo de la oferta de Boeing, que se produce después de que el 95% de los trabajadores votara en contra de un primer contrato el mes pasado, refleja años de resentimiento de los trabajadores que se sintieron engañados por la empresa en las negociaciones de hace una década y profundiza una crisis financiera.

El sindicato ha estado buscando un aumento salarial del 40% y el regreso de la pensión de beneficio definido.

Los trabajadores de la fábrica de Boeing también estaban expresando su frustración después de una década en la que sus salarios han estado por debajo de la inflación y los críticos se quejaron de que el fabricante de aviones gastó decenas de miles de millones de dólares en recompras de acciones y pagó bonificaciones récord a los ejecutivos.

“Esta membresía ha pasado por mucho… hay algunas heridas profundas”, dijo a los periodistas el principal negociador del contrato del sindicato, Jon Holden, después de la votación.

“Quiero volver a la mesa. Boeing también necesita sentarse a la mesa. Con suerte, podemos tener algunas discusiones fructíferas con la empresa y el señor Ortberg para tratar de resolver esto”.

Tiempo para acabar con huelga Boeing se acorta ante elecciones de EU

El 13 de septiembre, unos 33,000 operarios de las fábricas de Boeing en la Costa Oeste dejaron de trabajar, deteniendo la producción del exitoso 737 MAX, así como de los programas de fuselaje ancho 767 y 777.

Se está acabando el tiempo para que Boeing y su mayor sindicato lleguen a un acuerdo antes del intenso período político que rodea a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

Con Boeing e IAM en un punto muerto a principios de este mes, la secretaria de Trabajo en funciones de Estados Unidos, Julie Su, había ayudado a que se presentara la última oferta para votación después de asistir a conversaciones en persona con ambas partes en Seattle la semana pasada.

Holden dijo después de la votación del sindicato que se pondría en contacto con la Casa Blanca para ver si el IAM podía obtener más ayuda para negociar con Boeing.

“Después de que se rechazara la primera oferta de contrato, se acabó la luna de miel en el restablecimiento laboral. Esto lo valida aún más”, dijo Scott Hamilton, un consultor de aviación. “Es una mala noticia para todos: Boeing, los trabajadores, los proveedores, los clientes e incluso la economía nacional”.

Boeing es el mayor cliente de una cadena de suministro aeroespacial estadounidense que ya enfrenta una presión financiera crítica.

El proveedor de fuselajes Spirit AeroSystems advirtió que si la huelga continuaba más allá de fines de noviembre, habría despidos y suspensiones laborales más drásticas.

La empresa, que está en proceso de ser absorbida por Boeing, ya anunció una suspensión laboral de 21 días para 700 trabajadores.

Boeing ha anunciado planes para recortar 17,000 puestos de trabajo y está cerca de concretar un plan para recaudar hasta 15,000 millones de dólares de los inversores para ayudar a preservar su calificación crediticia de grado de inversión, mientras que algunas aerolíneas han tenido que recortar sus calendarios debido a los retrasos en la entrega de aviones.

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