Francia se prepara para huelgas y protestas contra reforma de las pensiones

Francia se prepara para una serie de huelgas y protestas de gran amplitud, que buscan frenar el proyecto gubernamental de reforma de las pensiones y que tiene el rechazo frontal de los sindicatos, los partidos de izquierda y la ultraderecha.

Los sindicatos han convocado una gran jornada de huelgas y manifestaciones para el próximo jueves, que irá seguida de más paros sectoriales en semanas posteriores, mientras el Gobierno ha lanzado una campaña de información y entrevistas para tratar de convencer a la opinión pública.

De momento, el jueves pararán en el sector público los funcionarios; los ferrocarriles nacionales; los transportes de la región de París; la educación (incluyendo universidades), la Policía y el personal penitenciario, y en el privado detendrán su actividad la energía y los tripulantes de cabina en la aviación comercial, además de otros sectores económicos menores.

“El debate en la Asamblea Nacional se hará en función de la movilización y de las huelgas”, advirtió este domingo el secretario general del sindicato CGT, Philippe Martinez.

La oposición al proyecto alcanza al 68 % de los franceses, según un sondeo de Ifop que publica este domingo el Journal Du Dimanche, y la cifra es mayor (71 %) entre los jóvenes, las clases populares y los parados.

Estas cifras se explican porque el discurso gubernamental acerca de que hay que salvar el sistema de pensiones “no funciona”, asegura Frédéric Dabi, director general de opinión de Ifop, uno de los principales institutos de demoscopia del país.

Aún así, Dabi percibe un deseo “más débil” de movilización en la calle, ya que el Gobierno parece tener amarrados los votos en las dos cámaras del Parlamento gracias al apoyo del partido conservador Los Republicanos, que se da por hecho.

Mientras tanto, el Gobierno ha emprendido una amplia campaña de acción y presencia mediática para intentar convencer a la población.

Quien más se está implicando, tanto en la presentación del plan la semana pasada como en su defensa, es la primera ministra, Élisabeth Borne, de forma que ella será la principal afectada en caso de que algo vaya mal, y no Macron, que evita el desgaste.

De hecho, el jueves, día de las movilizaciones, Macron estará en Barcelona para la cumbre España-Francia con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

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