Estructura demográfica, personas mayores y el concepto de trabajo decente en las américas. Caso méxico.

Por Diego Terán Páez & Javier García Rivas

Actualmente nos encontramos en un escenario único en la historia mundial en la cual somos el mayor número de población que habitamos el planeta al mismo tiempo, además que es la primera vez en que la humanidad ha conquistado vivir la mayor cantidad de años (Terán y Ordelin, en prensa). Aunado a esto, el mundo está transitando hacia un cambio de estructura demográfica, en donde es cada vez más común ver población que rebasa los 60 años y más, cuando hace algunas décadas era un acontecimiento insólito. El envejecimiento entendido como una construcción social que ha estado cambiando a lo largo del tiempo, debe empezar a entenderse de otra manera, con anterioridad una persona que llegaba a los 60 años se consideraba que estaba cerca de concluir su curso de vida. Sin embargo, actualmente esa edad es fácilmente superada por la población, lo que ha hecho que haya un sinnúmero de retos en las sociedades para hacer frente a las necesidades de esta población, que han resultado un reto para países que no solían envejecer y menos a ritmos tan acelerados. Desde la perspectiva económica se concibió que una persona después de los 60 años era un individuo retirado del ámbito laboral; sin embargo, este concepto aparentemente trasciende a otras esferas resultando, en algunos casos, en un retiro de la vida total, tanto en el aspecto social, familiar y comunitario. Afortunadamente, los esfuerzos por visibilizar la importancia de la experiencia de las personas mayores han incidido, cada vez más, en que estas personas no sean discriminadas por un tema de edad, esto no quiere decir que la discriminación no existe, pero al menos se ha visibilizado y se ha buscado cambiar modificar la realidad para eliminarla. El mercado laboral en los contextos latinoamericanos tiene muchas asimetrías, no todos los individuos pueden acceder a un mercado laboral formal que les garantice la seguridad social, y sobre todo una cotización suficiente para que al momento de tomar la decisión o de verse en la necesidad de jubilarse puedan tener acceso a una pensión decorosa y garantizado el derecho al acceso a la salud por toda la vida. En el presente trabajo se explora la importancia de un concepto como el de trabajo decente para garantizar el bienestar de la población, pero principalmente enfocado a nuestra población de estudio, las personas mayores.

Fuente @Home.Ciess

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