El Gobierno quiere incentivar el «ahorro a largo plazo» de los ciudadanos. Así, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, hizo ayer un llamamiento para fomentar un ahorro «con un horizonte temporal prolongado, que sirva como complemento de la pensión pública pero también de otros planes vitales, como la educación de los hijos, un proyecto personal o superar cualquier revés que nos pueda traer la vida». Una afirmaciones realizadas durante su intervención en el Foro ABC-Deloitte con las que justificó la intención del Gobierno de aprobar hoy medidas para flexibilizar y hacer más atractivos los planes de pensiones privados; decisiones que no afectan a Euskadi, al tener su propia regulación.

Sin embargo, sus palabras se producen en pleno debate sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones. De hecho, la previsión es que la Seguridad Social acabó 2017 con un agujero cercano a los 18.000 millones de euros, mientras el Fondo de Reserva (la ‘hucha de las pensiones’) está a punto de agotarse y apenas cuenta con 8.095 millones(llegó a tener más de 66.000). Para evitar que se quede a cero, lo que supondría un golpe simbólico y moral muy negativo para el Gobierno, el Tesoro inyectará 15.000 millones al sistema este año. Una cantidad superior al préstamo de 10.000 millones que el Estado concedió a la Seguridad Social el año pasado.

Consciente de esta delicada situación, Rajoy quiso dejar claro ayer que el ahorro privado debe entenderse como una forma de complementar, «no de sustituir», el sistema público de pensiones que garantiza el Estado. En esta estrategia para potenciar estos planes de ahorro, sobre todo entre los más jóvenes, el presidente del Gobierno anunció que hoy el Consejo de Ministros aprobará el real decreto que permitirá rescatar los planes de pensiones a partir de los 10 años (ahora puede disponerse de él al jubilarse, por enfermedad grave o situación de desempleo de larga duración). En Euskadi, en cambio, siempre se han podido rescatar a los 10 años.

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