La reforma de la Comisión Interinstitucional, propuesta para que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) tenga dinero para pagar las pensiones de los jubilados en el futuro cercano, sigue marcando el debate en Ecuador y así suma reparos aunque quienes las hacen también ven que el debate en sí crea la oportunidad de hacer estudios y corridas financieras técnicos y no políticos, con predisposición de aceptar la realidad demográfica actual, “para impedir acciones estatales drásticas o acciones parciales que trasladen el problema al futuro”.

Fernando Mosquera quien es parte de la Mesa de Estudios de la Seguridad Social hace varias observaciones a la propuesta, especialmente por la introducción de un sistema de Capitalización Individual, pues considera que no se obtendrían los beneficios que de los que se hablan y por la reducción de las pensiones, entiende que “en vez de salvar al sistema, lo vamos a condenar al fracaso”.

La propuesta de la Comisión establece que la pensión estará constituida por tres factores: una pensión básica proveniente del 40 % de contribución del Estado, una pensión complementaria que estará de acuerdo a los aportes del afiliados en los años y un ahorro individual. Pero en definitiva busca que sean menores pues se considera que la tasa de reemplazo (el porcentaje que reciben de pensión en comparación a lo que aportaron) es demasiado alta.

Así, según lo lee Mosquera la reforma propone que exista un Sistema de Reparto que tiene como fortaleza la solidaridad Intergeneracional y la Capitalización Individual, que permite el control personal de ahorro personal. Sin embargo, para el experto, la Capitalización Individual de carácter privado requiere enorme control de los Sistemas de Supervisión, habría altos costos para la mitigación de Riesgos Financieros. Además, en Ecuador puede ser denominado como una forma de privatización, la cual sería calificado de inconstitucional. Esta capitalización Individual, según dice Mosquera, profundiza la desigualdad económica.
Además indica que la propuesta de la Comisión, baja en un 20 % en cada tramo de determinación del valor de la pensión, “lo cual ocasiona un bajo incentivo, para que jóvenes o nuevos afiliados se animen a incluirse en el sistema de seguridad social”.
Otro tema analizado es el de las denominadas “cotizaciones express”. Esto es cuando un afiliado aporta pocos años pero termina con buenas pensiones. Sobre el tema, el experto indica que en el sistema de jubilación ecuatoriano, la diferencia de los tipos de cotización, hace que individuos con ingresos similares en activo, a lo largo de periodos contributivos diferentes, obtendrían una pensión muy similar, lo que hace inequitativo su beneficio, ya que el esfuerzo contributivo es distinto. En este sentido, ampliar el periodo contributivo de 30 a 35 años, o de 15 a 25 años o de 10 a 15 años, con edades entre 65 años o 70 años, como se propone, “no se arregla añadiendo tiempo de cotización”. Explica que a su parecer lo que se debería hacer es establecer cotizaciones obligatorias mayores, en estos plazos de cotización “express”, que contempla la legislación de la seguridad social ecuatoriana.

De acuerdo al escrito de Mosquera, la Comisión pretende limitar los ajustes por inflación, especialmente en pensiones altas. Así se propone:

• Congelar las pensiones altas.
• Incrementar por arriba de la Inflación las pensiones bajas.
• La mayor parte del subsidio del 40 % se dirija a las pensiones bajas.
• Pero en este tema se señala que habría pérdida del poder adquisitivo para todos y no atraería a nuevos afiliados y se podría argumentar que es inconstitucional.

Desde los jubilados se pide incluso que en este debate haya el pronunciamiento de los candidatos presidenciales. Henry Llanes, presidente del Frente Nacional por un Nuevo IESS, así lo indica ante una propuesta que considera evidencia una regresión de derechos. “Se propone incrementar los años de aportación, y en consecuencia la edad de jubilación, así como disminuir el monto de la pensión jubilar. Se plantea incrementar los años de aportación para las personas de 65 y 70 años. El hilo se romperá por la parte más delgada y afectará a las personas de la tercera edad y a los adultos mayores”.

Leer mas @eluniverso