El cambio de las juntas directivas del Congreso, en este segundo año legislativo iniciado tanto en Senado como en Cámara de Representantes, no es garantía de que el gobierno de Colombia pueda sacar adelante las tres primeras reformas sociales relacionadas con la salud, sistema de pensiones y laboral, e impulsadas por el presidente Gustavo Petro durante los primeros 365 días de mandato.

Según el politólogo Guillermo Segovia, las tres iniciativas legales no pudieron pasar el trámite normal en los debates porque, en su criterio, pusieron en evidencia que la elección de la actual administración tuvo como base la acumulación histótica de protestas relacionadas con los aspectos relacionados.

En su opinión, una vez establecido el nuevo gobierno y los criterios de las reformas, los sectores del poder económico manifestaron -por medio de los medios de comunicación, los gremios, asociaciones y a nivel parlamentarios- su oposición al avance de las reformas.

Para Segovia, en este segundo año legislativo el panorama para que pasen estas tres reformas sociales es incierto.

Problemas internos en el Pacto Histórico y la rotura del frente amplio de gobierno por diferentes escándalos obligarán a la actual administración a hacer un esfuerzo mayor para lograr los votos necesarios para sancionadas los diferentes proyectos de leyes.

A juicio del especialista, otro punto importante para sacar adelante las reformas de salud, pensional y laboral será la movilización social en las calles y la voluntad de la mayoría de los colombianos para llevar a cabo las grandes transformaciones sociales jamás ejecutadas.

Nuevamente los gremios, los partidos tradicionales, los medios de comunicación y los cabildantes de los operadores privados de salud como las EPS, Empresas Prestadoras de Salud; y de los Fondos Privados de Pensiones manejados por los dueños de la banca en Colombia serán los encargados de evitar que las reformas triunfen y sean sancionadas por el Ejecutivo.

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