Colombia. Petro clama por la aprobación de sus reformas ante miles de simpatizantes en Colombia

Con cánticos, bailes y pancartas, los manifestantes respaldaron al mandatario en Bogotá, donde según el gobierno local 15.000 personas marcharon al grito de “¡Petro, amigo, el pueblo está contigo!”. En otras ciudades también hubo movilizaciones.

Muy activo en la plaza pública, el presidente acompañó la marcha por las calles de la capital y luego habló desde una pequeña tarima aledaña a la céntrica Plaza de Bolívar, acompañado de la vicepresidenta, Francia Márquez, de su esposa y de su hija.

A los congresistas “les solicitamos con todo el respeto (…) desde nuestras ganas de justicia y de paz que aprueben las reformas que le garantizan al pueblo colombiano sus derechos (…) reformas que el pueblo aprobó en las urnas en las elecciones presidenciales”, clamó el primer mandatario izquierdista en la historia del país, vitoreado por miles de sindicalistas, trabajadores y estudiantes.

En el poder desde agosto, Petro enfrenta uno de los peores escándalos de su gobierno, bajo investigación por un caso de escuchas ilegales y presunta corrupción en la financiación de su campaña presidencial.

“Tantos años la derecha en el poder, fue lo mismo, lo mismo siempre. Tenemos que dar una oportunidad a la izquierda (…) Estoy esperanzada por un cambio”, dijo a la AFP Evelyn Jaramillo, una funcionaria de 37 años que ondeaba la bandera de un sindicato en Bogotá.

-Llamado a más protestas-

Petro exhibió músculo político cuando las acusaciones contra él van creciendo y le restan aliados en el Congreso.

Sus proyectos de ley se discuten en el Legislativo, donde algunos partidos tradicionales que apoyaron su gobierno comienzan a darle la espalda.

El mandatario aspira a reducir la participación privada en el sistema de salud, redistribuir las tierras improductivas, reformar las normativas laborales, de pensiones y justicia, desarmar las organizaciones ilegales, entre otros proyectos, pero no cuenta con votos suficientes.

“Que no se atrevan a romper con la democracia en Colombia porque se encontrarán con un gigante: el pueblo de Colombia en las calles de este país”, advirtió el presidente, quien pidió mantener las protestas.

Al autodenominado “gobierno del cambio” le llueven críticas, señalado ahora de acudir a viejas prácticas políticas. Según la más reciente encuesta de la firma Invamer, la aprobación a su gestión pasó de 50% en noviembre a 34% en mayo.

-“Golpe blando”-

El gobierno encara una crisis política que se inició en mayo cuando un caso con tintes domésticos fue divulgado en medios y se convirtió en escándalo nacional.

Ricardo Pardo, un desempleado de 62 años iba gritando “mi voto se respeta” en las calles de Bogotá, afirmó que las denuncias contra el ejecutivo surgen porque “los medios necesitan facturar y se inventan cualquier chisme”.

Un giro inesperado involucró en el caso a Armando Benedetti, otra de las personas más cercanas al mandatario. El entonces embajador en Venezuela quedó expuesto en unas grabaciones dirigidas a Sarabia y filtradas a la prensa que dan cuenta de una presunta financiación ilegal a la campaña de Petro por unos 3,5 millones de dólares. Ambos fueron apartados de sus cargos el viernes.

“Son acusaciones que tiene que investigar la Fiscalía pero no los medios (…) Apoyamos al presidente para que lo dejen gobernar”, anotó Luis Alfonso Realpe, de 74 años y gafas oscuras.

Asiduo crítico de la prensa local, el presidente aseguró que las denuncias son parte de “un golpe blando, un golpe de Estado, un golpe contra la voluntad popular” y aseguró que a su “campaña no entró un solo peso sucio”.

Periodistas de las emisoras Blu y Caracol- dos de las principales del país- denunciaron agresiones por parte de los simpatizantes del gobierno durante las manifestaciones.

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