El presidente de la entidad, Santiago Montenegro, explicó que si bien los sistemas de ahorro también se ven afectados por el envejecimiento, en estos la plata crece en el tiempo

En medio de ambiente de sana e intensa discusión se desarrolló la segunda reunión de la comisión para la reforma pensional en las instalaciones del Ministerio de trabajo. El tema central de la reunión fue la transición demográfica que experimenta Colombia y todos los países del mundo.

A esta asistieron representantes de las centrales obreras, los gremios y el Gobierno nacional, académicos de la Universidad Nacional y algunos representantes de los jubilados.

En la primera presentación, a cargo de la directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Piedad Urdinola, se mostró una actualización preliminar de las proyecciones demográficas, cuya actualización es necesaria toda vez que la pandemia del covid-19 afectó las tasas de natalidad y de mortalidad de los colombianos. Urdinola, quien es PhD en Demografía de la Universidad de California, aseguró que el envejecimiento de la población “llegará más rápido de lo que creíamos antes de la pandemia”.

En tal sentido, el presidente de la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantía (Asofondos), Santiago Montenegro, se refirió a las implicaciones del envejecimiento poblacional sobre los sistemas de pensiones.

“La drástica transición demográfica reduce los recursos de financiamiento e incrementa los costos de un creciente número de pensionados y, por ello, los sistemas de reparto puro, como el que hoy administra Colpensiones, se ven obligados a reducir los beneficios”, explicó.

Montenegro aseguró que esto implicará subir la edad de pensión, reducir la pensión máxima y aumentar los aportes o aumentar el monto de las cotizaciones, como se ha visto en otros países.

Con cifras incontrovertibles, Montenegro mostró que hacia 1950 había más de 11 trabajadores activos por cada adulto mayor de 65 años y hoy hay solo cuatro, mientras que a mediados de siglo habrá solo dos y hacia finales del siglo XXI solo habrá uno.

“Lo más grave es que, por causa de la informalidad, hoy día ya solo hay dos trabajadores formales por cada adulto mayor. Y lo que hace aún más insostenible los sistemas de reparto es que dicha cifra continuará reduciéndose por los procesos de robotización y digitalización de la sociedad”, anotó.
Montenegro precisó que, si bien los sistemas de ahorro también se ven afectados por el envejecimiento, en estos la plata crece en el tiempo y permiten que la reducción de beneficios sea significativamente menor.

También, que la única forma es cuidar y crecer los ahorros para que se puedan pagar más y mejores pensiones, como sucede en muchos países del mundo, incluyendo a Países Bajos y a China.

El presidente de Asofondos dijo estar dispuesto a discutir todos los temas y pidió respetuosamente al viceministro Juan Carlos Hernández desarrollar todas las reuniones necesarias para discutir y aclarar todos los interrogantes que se hagan.

La próxima sesión quedó programada para el 18 de enero. En ella los sindicatos presentarán su propuesta.

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