Con 153 votos a favor, 87 en contra y 8 abstenciones, el presidente de Argentina, Javier Milei, consiguió que la oposición no eche por tierra su veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria que semanas atrás había sido aprobada por el Congreso de la Nación.

La normativa impulsada por el radicalismo y posteriormente vetada por el mandatario buscaba compensar la pérdida del poder adquisitivo de las pensiones para la tercera edad ante el salto inflacionario de 20,6% de enero, que había sido acompañado parcialmente con un incremento en sus haberes de 12,5% .

Tras la aprobación, Milei cumplió su promesa de vetarla, como había advertido previamente, pero tal como establece la Constitución, la cámara de origen -en este caso Diputados- tenía la facultad de dejar sin efecto la decisión presidencial e insistir con su proyecto.

Sin embargo, esto no ocurrió. Tras el veto de Milei, algunos diputados cambiaron su posición y este miércoles votaron en contra de lo que en un comienzo habían considerado necesario. Es decir, jugaron a favor de la caída del aumento a los jubilados que ellos mismos habían propiciado.

Diputados pasan de impulsar la ley a votar a favor del veto, ¿qué pasó?

La ley, que pretendía aumentar un 8,1% las jubilaciones, había logrado media sanción en Diputados a comienzos de junio y su sanción definitiva, el 22 de agosto en el Senado.

En esa última sesión, los únicos senadores que votaron en contra del incremento a las jubilaciones fueron los del bloque oficialista de La Libertad Avanza, lo que dejó en evidencia que, sin el apoyo de otros partidos, el Gobierno no tiene posibilidades de imponerse en el Parlamento.

El principal aliado del gobierno es el PRO, la fuerza política liderada por el expresidente Mauricio Macri, que además de acompañar la ley previsional en el Congreso, días atrás había votado en contra del decreto que otorga fondos millonarios reservados para inteligencia. Algunos analistas consideran que, en esas dos acciones, Macri se jugó su participación en el Gobierno de Milei.

De hecho, días más tarde, tras ser invitado por el mandatario a cenar en la residencia presidencial de Olivos, Macri expresó en su cuenta de X que estaba a favor de la decisión de vetar la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que sus propios senadores habían aprobado.

Finalmente, este miércoles, diputados del partido del expresidente apoyaron al Gobierno. Pero no fueron los legisladores del PRO los únicos que sostuvieron el veto presidencial ni la ayuda más decisiva.

Horas antes de la sesión parlamentaria, una foto anticipó el final de la historia: aquella en la que se advierte a cinco diputados del radicalismo en la Casa Rosada, compartiendo mesa con el presidente y su equipo. En la imagen se ve a Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi. En junio, cuatro de ellos habían votado a favor de la ley. Este miércoles, los cinco apoyaron su rechazo.

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