Customize Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorized as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

Adaptable, pero no por diseño: Transferencias monetarias en América Latina y el Caribe antes, durante y después de la pandemia del COVID-19

Por Marco Stampini, Pablo Ibarrarán, Carolina Rivas & Marcos Robles

La crisis socioeconómica asociada con la pandemia volvió a colocar a los programas de transferencias monetarias en la parte superior de la agenda política. La crisis reveló que los sistemas de apoyo de ingresos en la región de América Latina y el Caribe (ALC) eran fundamentales e insuficientes. En este documento, presentamos estimaciones novedosas de la cobertura y la distribución de beneficiarios de todas las transferencias monetarias no contributivas antes y durante la crisis del COVID-19. Las estimaciones previas a la pandemia son útiles para mostrar el grado de preparación en la región, y las estimaciones de 2020 analizan la magnitud de la respuesta política. Si bien la literatura anterior ha analizado la cobertura y la filtración de las transferencias monetarias condicionadas en efectivo y las pensiones no contributivas, somos los primeros en estimar la cobertura y la filtración durante la respuesta a la crisis del COVID-19. Además, somos los primeros en ampliar el enfoque a todos los programas de transferencias monetarias no contributivas en efectivo, incluidas aquellas que son cuasi universales y/o no condicionadas. Este es el enfoque más apropiado cuando el objetivo es evaluar la capacidad de brindar protección a grupos de población más grandes (incluidos los vulnerables) y contra la pobreza transitoria causada por shocks sistémicos (como pandemias o
eventos climáticos extremos, que pueden volverse cada vez más frecuentes debido al cambio climático). A partir de los datos de las “Encuestas de hogares Armonizadas de América Latina y el Caribe” del Banco Interamericano de Desarrollo, que ahora brinda una cobertura más completa de los países del Caribe, demostramos que antes de la pandemia, las transferencias de efectivo no contributivas cubrían el 26% de la población en los 17 países con datos disponibles. La cobertura promedio de la población de pobreza extrema, pobreza moderada y vulnerable fue de 56%, 43% y 28%, respectivamente. Durante la crisis, los gobiernos de ALC implementaron 111 nuevas intervenciones de transferencias monetarias, aumentando la cobertura promedio al 34% de la población en 12 países con datos disponibles. La cobertura promedio se incrementó entre los moderadamente pobres (50%) y la población vulnerable (37%), mientras que se mantuvo sin cambios entre el grupo de pobreza extrema. En perspectiva hacia el futuro, los países de la región están llamados a reformar sus sistemas de protección social para hacerlos más flexibles, eficientes y sostenibles, e incluir estrategias que brinden protección contra shocks. En este sentido, los sistemas de protección social resilientes y receptivos pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático y apoyar una transición justa hacia sociedades con cero emisiones netas. Estos esfuerzos también deben incluir medidas para cerrar la brecha histórica de cobertura entre los más pobres.

Libro completo aquí