Argentina. El FMI elogia el ajuste, pero pide más recortes

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) el ritmo que le imprime el gobierno al ajuste es todavía moderado, por lo que recomienda que se aceleren los cambios en materia laboral, previsional y tributaria. “La reducción del gasto público es esencial, especialmente en las áreas donde aumentó muy rápidamente en los últimos años, en particular los salarios, las pensiones y las transferencias sociales”, reclamó el organismo en su informe “Conclusiones de 2017”, tras la consulta del Artículo IV que tuvo lugar este año. El texto resalta las reformas que ya fueron aplicadas y llevadas a consideración del Congreso, las cuales son de su autoría y el gobierno las sigue a rajatabla como una especie de carta astral. Pese a que el equipo económico de Cambiemos reconoció el jueves que el esquema de metas de inflación volvió a fallar, el organismo multilateral aconsejó insistir y profundizar esa política para alcanzar el objetivo. De todos modos, ajustó, tal como lo hizo también el Gobierno, la meta de inflación para el año próximo, pero lo hizo al 16,3 por ciento y no al 15 como se anunció anteayer. Para este año calculó que cerrará en un 23,6 por ciento. Además, elevó su estimación para el déficit de cuenta corriente del año próximo de 3,7 a 4,4 por ciento y el crecimiento económico lo previó en 2,5 por ciento.

Luego de una década de autonomía económica, producto de que en 2006 se le pagara al FMI la totalidad de la deuda, el país volvió a autorizar las revisiones de su economía por parte del organismo. Justificado como una concesión inocua a la independencia de la política argentina, el Gobierno reactivó el año pasado esa relación. Rápidamente se convirtió en una subordinación de las iniciativas oficiales al visto bueno del Fondo. El esquema es el mismo para todos los países emergentes, se hace una auditoría y se utiliza ese insumo para aplicar las mismas recetas de siempre para ese tipo de economías, que implican ajuste y endeudamiento y generan crisis y pobreza. Sin embargo, Cambiemos comenzó a instrumentarlas antes de que les fueran recetadas.

“La remoción de los controles cambiarios, la modernización de la política monetaria, la resolución de la disputa con los fondos buitre, el retorno a los mercados internaciones de capitales y la corrección de las tarifas fueron los desequilibrios macroeconómicos más urgentes”, se regocija el informe del FMI, que ve cómo sus deseos son aún órdenes, pese a que el país todavía no tenga deudas con ese organismo. Resaltó la reconstrucción de las instituciones, las cuales, según dice, fueron fortalecidas “recobrando integridad, transparencia y eficiencia en todos los niveles de gobierno”. El informe fue redactado antes de que el Gobierno forzase la votación de una Ley de Presupuesto para que horas después en conferencia de prensa sus funcionarios reconocieran que las estimaciones volcadas allí no eran alcanzables.

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