El escándalo desatado el martes en la comisión previa fue un aviso del tenso clima que genera el polémico proyecto del Ejecutivo. La discusión sobre las pensiones de este jueves también terminó en ‘kilombo’, como dicen los argentinos. Fuertes tumultos se dieron en los alrededores del Congreso que dejaron varios heridos. No solo hubo lastimados entre los manifestantes, sino incluso entre legisladores de la oposición que se sumaron a ellos.

Fuera del edificio la reforma recibió desde temprano la protesta de miles de personas convocadas por sindicatos opositores y respaldados por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Cambiemos, la coalición gobernante, tenía los votos. Pero la fusión de imágenes violentas en las calles, con escopetazos de balas de goma y gases lacrimógenos, junto a empujones y peleas dentro de la Cámara de Diputados, abortó la reforma y golpeó los planes de Mauricio Macri de reducir el déficit público.

El instante más dramático se produjo cuando la diputada de izquierda Victoria Donda fue agredida por los agentes y terminó con una bota ortopédica. Los enfrentamientos también existieron dentro de la Cámara. El momento más tenso fue cuando al presidente de la misma, el macrista Emilio Monzó, le fue arrebatado el micrófono de su mano, en un acto inédito de violencia dentro del recinto.

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