España. ¿Meterías 1.000 euros al año al plan de pensiones si tu empresa y el Estado aportaran otros 1.000?
La inercia condiciona nuestras decisiones financieras. O, más bien, la pereza. Este es uno de los hallazgos por el que Richard H. Thaler ha sido galardonado con el último Premio Nobel de Economía. La versión española de esa dificultad para tomar decisiones de ahorro está en la previsión social complementaria, el ahorro para la jubilación. Las encuestas muestran que el 75% de los ciudadanos está preocupado con la situación de las pensiones públicas y cree que la cuantía que va a cobrar al jubilarse va a ser insuficiente. Pero solo el 27% ahorra, y por una cuantía muy pequeña.
La única forma de luchar contra esta inercia es ofreciendo una solución sencilla y con incentivos claros para que los trabajadores se animen a ir creando un capital con el que completar su pensión pública. Uno de los modelos más admirado por el sector es el británico.
En Reino Unido, entre 2008 y 2012 se estuvo debatiendo cómo fomentar un sistema de previsión social complementaria, que evitara el que el envejecimiento de la población disparase el gasto público. Y se acabó poniendo en marcha un sistema de adscripción por defecto a un plan de empleo. ¿En qué consiste?
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