Esta semana la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, mantendrá el usual estilo que ha marcado los últimos meses de negociaciones en la reforma previsional.

Tendrá conversaciones informales con diversos actores, en la incesante búsqueda de su cartera por concitar apoyo para las propuestas de indicaciones que debieron ingresar hace dos semanas y que fueron anunciadas por la propia ministra a principios de septiembre.

Juan Santana, presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara, dijo que “los votos para ganar la votación en general en la Cámara de Diputados están… es que la reforma se despache de la Cámara. Esto también pueda ser discutido en el Senado, y ahí se logre construir un acuerdo un poco más transversal”.

Así también señaló que “el Gobierno, no creo que no esté conversando con la oposición, de hecho el tiempo que se ha demorado en ingresar la indicación responde a eso”.

El jefe de bancada de Renovación Nacional, Frank Sauerbaum, ha sido persistente en contar que la ministra no lo ha llamado hace casi dos meses.

En su sector, en privado, aseguran no saber con quién está hablando la secretaria de Estado.

Sauerbaum describe al gobierno como “errático” en este trámite y vuelve a asegurar que el verdadero problema del Ejecutivo está en sus propias filas.

“Las indicaciones que se iban a anunciar hace unos días y que todavía no se presentan. El Gobierno, con esas indicaciones, esperaba tener más apoyo y se ha dado cuenta que ni siquiera entre los suyos ha tenido el respaldo suficiente, por lo tanto, no se va a arriesgar a tener un nuevo fracaso como lo tuvo en la reforma tributaria”, indicó el parlamentario.

“El error” del Ejecutivo

Alberto Undurraga, presidente de la DC y expresidente de la Comisión de Trabajo, dice que el Ejecutivo comete un error. Plantea que se debe comenzar la negociación votando el proyecto en comisiones, porque si bien se corre el riesgo de no aprobar toda la iniciativa, de esta forma al menos se da certidumbre y avanza el trámite.

“El Gobierno piensa que puede lograr un acuerdo antes de ingresar el proyecto, y más bien la práctica de otros proyectos de ley, es que es bueno que el Gobierno envíe el proyecto al Parlamento y ahí nos pongamos de acuerdo de cuánto va a solidaridad y cuánto a las cuentas individuales. Ya se ha demorado algunas semanas respecto de su propio anuncio”, señaló el legislador.

Reforma de pensiones

El diputado de la UDI, Henry Leal, que también integra la Comisión de Trabajo, se sumó a las voces que plantean que de aprobarse la propuesta de nueva Constitución como está, la reforma de pensiones del Gobierno podría tener problemas de aplicación.

Leal, que en su momento insistió fuertemente en apurar el trámite, ahora plantea que hay que esperar al plebiscito de diciembre para resolver la fórmula de la propuesta.

Cabe precisar que el artículo 28 en su letra B del texto que se está discutiendo en el Consejo Constitucional, dice que cada persona tendrá propiedad sobre sus cotizaciones y ahorros, y tendrá libertad para elegir la institución -estatal o privada- que los administre o invierta. Además, apunta que no podrán ser expropiados.

Luis Cuello, jefe de bancada del Partido Comunista, dice que la reforma de pensiones no tiene ningún problema de compatibilidad con ninguna de estas disposiciones, si llegara a aprobarse el texto.

“No hay una incompatibilidad con la reforma a las pensiones. Lo que hace la norma es reconocer la propiedad sobre las cotizaciones (…) La reforma a las pensiones puede avanzar con la Constitución vigente o incluso con el texto que será sometido eventualmente a plebiscito”, indicó el parlamentario.

Conversaciones sobre el proyecto

Hay un sector de la centro-izquierda que ha estado tratando de sumar apoyos en la oposición para viabilizar el proyecto. Una fuente de La Radio señaló la semana pasada, que el mensaje enviado por la ministra es tan claro como pragmático, indicando que hay disposición a escuchar propuestas, mientras tengan los votos para aprobarse.

La bancada independientes-PPD se ha dado la tarea de dialogar con la oposición para encontrar piso en la idea de repartir el 6% de cotización adicional en tres partes: Dos para pilar contributivo, dos para capitalización individual y dos para un seguro de longevidad.

La idea -instalada por Demócratas- plantea que las pensiones se financien hasta cierto punto con la vida laboral de las personas -que podría ser hasta los 85 años- y después comienza a operar el seguro, en forma de renta vitalicia o seguro público.

Esta semana, al menos, habría claridad de cuándo reiniciará el trámite.

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