Pensiones: menos participación pública, más responsabilidad individual
Este subsidio puede llegar a ser equivalente a un salario mínimo para todo aquel que devengue más de tres salarios mínimos y cumpla con los requisitos para obtener una pensión.
Toda esta discusión lleva al efecto que tendría la reducción del umbral a partir del cual se comienza a cotizar al componente complementario de ahorro individual. Por un lado, disminuiría el subsidio implícito para quienes devengan más de tres salarios mínimos. Esto sería positivo en términos de progresividad y sostenibilidad fiscal.
Por el otro, disminuye la participación del sector público en la administración de los recursos y aumenta la participación del sector privado. Desde el punto de vista del gobierno, esto sería negativo, dado que se les da a agentes privados la administración de unas cotizaciones que tienen un carácter obligatorio.
En esta línea de ideas, a continuación sugiero dos modificaciones para la reforma pensional. La primera es disminuir el umbral de 3 a 1,5 salarios mínimos. El establecimiento de un umbral de 1,5 como límite para las contribuciones al componente de prima media mejora la equidad y la sostenibilidad del sistema.
Al disminuir el umbral, se reducen los subsidios a las pensiones más altas, disminuyendo la presión fiscal que causa el sistema. Adicionalmente, facilita el cómputo de la pensión del componente de prima media, la cual sería equivalente a un salario mínimo.
La segunda modificación es que las contribuciones al componente complementario de ahorro individual no sean obligatorias. Tal es la naturaleza de muchos sistemas pensionales en el mundo, solo son obligatorias aquellas cotizaciones administradas por el sector público.
Sin embargo, en vez de ser obligatorias, las cotizaciones al componente complementario de ahorro individual se harían por defecto. Esto quiere decir que las cotizaciones se ejecutan de manera automática, a no ser que el trabajador manifieste expresamente su voluntad de no cotizar al componente complementario de ahorro individual.
Esto significa, entonces, que las cotizaciones al régimen de prima media serían obligatorias y todos los cotizantes estarían en ese sistema. Y para quienes ganen más del umbral, que podría ser como propongo de 1,5 salarios mínimos, las cotizaciones en el componente complementario de ahorro individual serían voluntarias.
La voluntariedad de las cotizaciones en el componente de ahorro individual tiene como objetivo incentivar el ahorro voluntario y la educación financiera, al tiempo que respeta la (verdadera) libertad de elección de los trabajadores.
La naturaleza por defecto de las contribuciones implica que, automáticamente, los trabajadores comenzarían a ahorrar para su jubilación a menos que expresen su deseo de no hacerlo. Esto aprovecha la inercia humana en términos de decisiones financieras y ayuda a superar la barrera inicial de optar por ahorrar, ya que muchas personas tienden a postergar esta decisión importante.
Al mismo tiempo, al no ser obligatorio, se respeta la autonomía individual, permitiendo que aquellos que tienen circunstancias financieras especiales o preferencias personales puedan ajustar su participación en el sistema. Adicionalmente, incentivaría a las AFP a ofrecer planes complementarios de retiro más innovadores a un menor costo para el cotizante, porque tendrían que “seducirlo” para que voluntariamente ahorre con ellos.
En última instancia, que las contribuciones sean por defecto y no obligatorias busca equilibrar la responsabilidad individual con la flexibilidad financiera y las necesidades variadas de los trabajadores.
La no obligatoriedad de las contribuciones en ningún momento implica una disminución forzada del ahorro, ya que la gente puede canalizar sus recursos hacia otras formas de inversión y ahorro como la compra de vivienda y el pago anticipado de deudas.
En el peor de los casos, la voluntariedad llevaría a algunos de quienes ganan más de 1,5 salarios mínimos a obtener una pensión equivalente a un salario mínimo, muy por encima de la línea de pobreza. Con esta política, el Estado cumpliría su función constitucional mientras ayuda (pero no obliga) a que las personas no enfrenten disminuciones abruptas en su consumo al momento de jubilarse.
La reforma pensional propuesta en Colombia, basada en un sistema de dos componentes, muestra un camino razonable y equitativo para abordar los desafíos del sistema pensional actual.
Establecer un umbral de 1,5 salarios mínimos para el componente de prima media y optar por contribuciones por defecto, pero no obligatorias, en el componente de ahorro individual es una manera de balancear la protección social con la responsabilidad individual y el impulso del ahorro voluntario.
Leer mas @lasillavacia