Convocan en Chile a nueva movilización nacional contra las AFP
El vocero del Movimiento No Más AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), el sindicalista Luis Mesina, anunció una nueva jornada de protesta contra el sistema de administración de pensiones en todo Chile el próximo 23 de julio.
Durante un mitin de la Confederación Fenats Nacional, de los Trabajadores de la Salud Pública, realizado en el hospital Barros Luco, Región Metropolitana, Mesina subrayó que “la unidad hace la fuerza, y solamente a los fuertes se les respeta en este país”.
Manifestó que “a los débiles se les pisotea y eso es lo que tenemos que revertir”. “Tenemos que revertir tanto abuso y restablecer derechos”, añadió.
La marcha nacional anunciada por la Coordinadora No Más AFP se realizará en un momento de crisis económica y devalorización de los salarios a partir de la inflación.
No obstante, el llamado a rechazar las AFP y su sistema de capitalización individual se da en un contexto de ganancias para este negocio. Según reportes de prensa, en el primer trimestre de 2023 los beneficios obtenidos totalizaron 138.29 millones de dólares, un 77 por ciento más que en similar periodo de 2022.
La mejora de la seguridad social y las pensiones, así como de suprimir el negocio de las AFP, fue una las demandas más vigorosas de los chilenos durante el estallido social, movilizaciones masivas contra el modelo neoliberal que tuvieron lugar entre octubre de 2019 y marzo de 2020.
Durante el Foro Internacional de Pensiones (FIPE), realizado a inicios de junio en la capital colombiana, Bogotá, y que contó con la participación de dirigentes sindicales de América Latina, se recalcó que los sistemas de capitalización individual, como el aplicado en Chile, “son elementos principales del proceso de inequidad y precarización (…), a partir del deterioro de los modelos de solidaridad”.
En ese encuentro se expresó que su aplicación en numerosos países “no arrojó los resultados prometidos (…) No generó mejoras ni de cobertura, ni de suficiencia (…) Tampoco es claro que hayan tenido un efecto positivo sobre la sostenibilidad y las finanzas públicas”.
En el caso de Chile, el diagnóstico denunció que “los sistemas privados han madurado generando alta concentración económicos, una desigualdad abismal en los niveles de ingreso y pobreza endémica entre las personas de la tercera edad”, así como “el uso de los ahorros de las y los trabajadores (salarios) por parte de los grupos económicos”.
Las AFP fueron impuestas en 1981, durante la dictadura del general Augusto Pinochet. Este modelo transfirió pasó a empresas privadas la gestión de los retiros, obligando a los trabajadores a depositar el 10 por ciento de sus salarios en las AFP, fondos que luego son invertidos en Chile y en el exterior por dichas corporaciones, que obtienen grandes ganancias.
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