Por Minsalud

La transición demográfica nos indica una sociedad envejecida para este siglo y ha puesto a la población adulta mayor en el centro de las preocupaciones de la agenda pública nacional. Los llamados desde la Asamblea Mundial de Envejecimiento –y de las declaraciones que han soportado sus postulados–, han sido decisivos en la búsqueda de una respuesta institucional específica a los desafíos que supone la configuración de este escenario. Dos décadas después de la formulación de los compromisos del Plan de Acción Internacional de Madrid, se sabe que pese a los esfuerzos estatales, se está a medio camino para enfrentar las transformaciones, ocasionadas por los patrones epidemiológicos de morbimortalidad y fertilidad, que han venido alterando la composición por edades de la población, generando un aumento de adultos y personas mayores, con tasas de longevidad cada vez más altas, medida en términos de la esperanza de vida al nacer. El cuarto examen y evaluación quinquenal del Plan de Acción Internacional de Madrid, servirá para analizar el progreso en las políticas públicas, pero también para señalar las vías tendientes a acelerar las acciones en las áreas prioritarias para atender el envejecimiento de la población: i) las personas de edad y el desarrollo, ii) el fomento de la salud y el bienestar en la vejez y iii) la creación de un entorno propicio y favorable. Para el Estado colombiano el reto pasa por garantizar que las personas mayores dispongan de las oportunidades y medios, en igualdad de condiciones, para el goce efectivo de sus derechos y libertades fundamentales y prolongar su participación plena en la vida productiva de la sociedad. Requiere reconocer las crecientes demandas de bienestar y protección integral a las personas mayores, de sus necesidades frente a la situación de dependencia, del respeto por su proyecto de vida, independencia y autonomía. Pero, por otro lado, la construcción del envejecimiento activo y saludable desde la primera infancia, que sólo será posible por la vía de logros sociales progresivos. En Colombia la población de personas mayores de 60 años en 2021 se estima en 7.107.914 personas, las cuales representan el 13,92% del total de la población nacional, doblando su participación con respecto a 1985, año en el que apenas alcanzaba el 6,89% (2 millones de personas). En comparación con 2017 el crecimiento de esta población fue de 19,5% (1.161.505 personas más). Dentro de una década, es decir en 2031, serán casi 3 millones de personas mayores más, para un total de 10.012.815, una variación de 41% frente a 2021. Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes serán el 34,5% de la población, los adultos representarán el 47,6% y las personas mayores el 18% para esa vigencia. Sumados estos dos últimos grupos etarios concentrarán el 65,5% de la población. Así, por cada 10 niños, niñas y adolescentes habrá 27 adultos y 6,67 personas mayores. De mantenerse la tendencia, en 2050 Colombia tendrá 15.2 millones de personas mayores, 25% de la población proyectada para entonces.
A partir de este panorama, el país ha venido fortaleciendo los procesos de atención a la población adulta mayor teniendo como base el Plan de Acción Internacional de Madrid y cuyos avances en el último lustro se recogen en el presente informe, a partir de los reportes directos que presentaron las 42 entidades que fueron consultadas sobre aspectos puntuales de su aporte al desarrollo humano y al ejercicio de la ciudadanía de las personas mayores, igualmente se hizo extensiva a la sociedad civil y a las organizaciones que los representan, durante una jornada de trabajo conjunto en la cual participaron 22 instancias de esta naturaleza. Su contribución en estos propósitos se condensa, grosso modo, desde ese protagonismo institucional que, brevemente, se resume en este apartado.

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