México, sexto lugar en cobertura de pensiones en América Latina y el Caribe

Gracias a la pensión no contributiva (Pensión del Bienestar para los Adultos Mayores, PBAM) México ocupó el sexto lugar, de 16 países evaluados, sobre personas de 65 años o más que reciben algún tipo de pensión, informó la Federación Internacional de Administradora de Pensiones (FIAP).

El reporte “Once propuestas para aumentar la cobertura previsional contributiva en América Latina”, reveló que en México 72% de la población de 65 años o más recibe una pensión contributiva o no contributiva con lo cual el país se posiciona por arriba del promedio regional de 59 por ciento.

Si no se toma en cuenta el dato de la pensión no contributiva, México se ubica por debajo del promedio regional con 40% de la población con 65 o más años que cuenta con pensión contributiva.

En este sentido, 32% de los mexicanos cuentan con una pensión contributiva (como IMSS, ISSSTE, CFE o Pemex). Mientras que 40% tiene acceso a la pensión no contributiva.

La PBAM, un programa insignia de la actual administración federal, contará 335,500 millones de pesos para este año, esto es 97,500 millones de pesos más que lo asignado para el 2022. El monto bimestral de la pensión será de 4,800 pesos.

Cuatro de cada 10 cotiza

Paralelamente, el reporte explica que en América Latina y el Caribe, sólo cuatro de cada 10 trabajadores cotizan en algún sistema de seguridad social obligatorio lo cual es el resultado del grado de desarrollo económico y de la informalidad en el mercado laboral en la región.

Las personas en América Latina y el Caribe que cotizan contrasta con el nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en donde siete de cada 10 trabajadores está en un esquema de pensión contributiva.

En este sentido, la baja cobertura de cotización que existe en la región genera un problema de desprotección durante la vida laboral activa y en la vejez, pues solo 40%, en promedio, de los adultos mayores de 65 años recibe una pensión contributiva.

Lo anterior es debido a la informalidad laboral y a que los sistemas de pensiones fueron concebidos para apoyarse en un mercado laboral asalariado formal, detalló la FIAP.

“En respuesta al bajo porcentaje de trabajadores que recibe una pensión contributiva y a la insuficiencia de los montos promedio de pensión otorgados por los sistemas contributivos como consecuencia de los bajos niveles de ahorro previsional y edades de pensión, las pensiones no contributivas han ganado terreno desde el 2000, pero su implementación trae desafíos de diseño y de sostenibilidad”, explica el documento.

Impulsar políticas públicas

La FIAP sugiere que para fortalecer las pensiones contributivas se deberían de implementar políticas públicas que promuevan el desarrollo económico sostenido; reducir la burocracia; o impulsar la infraestructura, entre otras acciones de políticas públicas.

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