Por Raúl Arturo Cornejo López & Israel Bermúdez Pacheco

A partir de la reforma al sistema de pensiones instrumentada en julio de 1997, los fondos de pensiones cobraron relevancia en la economía mexicana. Dicha reforma estableció un nuevo sistema de contribuciones definidas que reemplazó al sistema de pensiones de beneficios definidos vigente desde 1943 (Santillán, Martínez y López, 2016). La principal característica del nuevo sistema fue su administración por empresas privadas a través de cuentas individuales que concentran las aportaciones tripartitas de trabajadores, empleadores y gobierno (Martínez y Venegas, 2014). Estas cuentas son manejadas por Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores o Administradoras, en adelante) que invierten los recursos de los trabajadores a través de sociedades de inversión especializadas en fondos para el retiro (Siefore o Sociedades, en adelante) las cuales son reguladas por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR).

Al primer semestre de 2019, operaban cinco Siefore básicas que eran asignadas de acuerdo con el rango de edad del trabajador: la Siefore Básica 0 (SB0) y la Siefore Básica 1 (SB1) para personas de 60 años y mayores; la Siefore Básica 2 (SB2) para personas de entre 46 y 59 años; la Siefore Básica 3 (SB3) para personas de entre 37 y 45 años; y la Siefore Básica 4 (SB4) para personas de 36 años y menores. Esta familia de Siefore se creó para que el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) fuera financieramente viable al invertir los ahorros en instrumentos financieros con el fin de generar rendimientos que incrementen el monto de la pensión del trabajador. Los recursos acumulados en el SAR han aumentado año con año alcanzando aproximadamente 3.1 billones de pesos (bdp) a diciembre de 2017 (ver Gráfica 2.1). Dicha cifra representa 14.7% del Producto Interno Bruto (PIB) de México. Sin embargo, el punto relevante es el comportamiento que tuvieron los rendimientos generados por las inversiones en los 20 años de operación y que equivalen aproximadamente a 1.4 bdp. En términos porcentuales, los rendimientos representaron 45% del total de los recursos; de ahí su importancia como objeto de estudio.

Fuente @ResearchGate