El actual sistema de ahorro para el retiro está sobrerregulado, tiene fallas de origen y es incongruente, pues al tratar de fortalecer la seguridad en los traspasos de cuentas entre las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), con la intención de evitar fraudes, se está promoviendo un mercado anticompetitivo que afecta usuarios y a las firmas más pequeñas, indicaron expertos a La Razón.

“El problema de la regulación actual es que es incongruente, pues no promueve un mercado de competencia sano en el sistema y en particular, en el caso de la constancia para traspasos, la regulación permite que algunas Afores sí lo puedan solicitar y otras no, lo que genera una dinámica parecida a la colusión”, dijo en entrevista el experto en sistemas de pensiones, Ernesto Brodersohn.

Ante ello, el académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Alexander Elbittar, comentó que la regulación, de manera tácita o explícita, está “propiciando prácticas o mecanismos facilitadores” para que pueda haber colusión o hasta la formación de un cártel entre las empresas más grandes.

Si bien a diferencia de 2006, cuando hubo muchos fraudes en los traspasos y los usuarios desconocían qué institución manejaba su Afore, ahora el sistema es inviolable; sin embargo, 10 años después se encuentra en el otro extremo, con una “regulación invasiva” que perjudica e impide el libre tránsito de cuentas entre las firmas administradoras, coincidieron.

Aunado a ello, el sistema tiene una falla estructural, principalmente en la “elasticidad de la demanda”. Esto se debe a que no hay un conocimiento pleno del consumidor sobre las Afores, por lo cual puede ser engañado para cambiarse a la que menos le convenga, o porque no tiene elementos para tomar una buena decisión, dijo en entrevista a La Razón el consultor y especialista, Alejandro Turner.

Fuente: La Razón

Recuerda suscribirte a nuestro boletín semanal gratuito para más noticias o suscríbete a nuestro servicio con acceso ilimitado.