Los retos del sistema pensional colombiano
Esta semana, se llevará a cabo en Cartagena el congreso anual de Asofondos, gremio que agrupa a los fondos privados. Es un espacio importante para debatir cómo se puede avanzar en las modificaciones que nuestro sistema pensional requiere, partiendo del riesgo y la probabilidad de que las próximas generaciones no tengan algún ingreso en su edad adulta. Lo anterior, soportados en varios hechos concretos: a) los recursos que destina el Estado para cubrir las pensiones actuales son enormes, 37 billones del presupuesto de la nación para el 2017; b) el crecimiento exponencial de la expectativa de vida acentúa la problemática; c) la población altamente vulnerable que no tiene ninguna pensión; d) la concentración del subsidio en los niveles más altos del ingreso, y e) los absurdos excesos pensionales de unos pocos regímenes especiales. Dicho esto, son diversos los temas que merecen ser analizados, veamos algunos de ellos.
Primero, la necesidad de una reforma pensional está suficientemente comentada, es decir, hay claridad en los cambios de paramétricos y estructurales que debería tener un nuevo sistema pensional en Colombia. Si queremos que nuestro modelo pensional sea sostenible deben ser modificadas variables como: subsidio en el régimen público para ingresos medios y altos, edad de retiro, tiempo de cotización, eliminación de regímenes exceptuados y creación de estabilizadores automáticos.
La esencia radica en actuar y que el gobierno actual o próximo, emprenda la difícil misión de hacer las modificaciones necesarias para la estabilidad futura del sistema pensional.
Segundo, es fundamental generar acciones contundentes para motivar el ahorro previsional, es decir de largo plazo, con destinación específica para la vejez. Las mesadas serán en el tiempo más bajas, lo cual ratifica la necesidad de diseñar esquemas novedosos de ahorro complementario para el retiro. Es indudable que los beneficios tributarios han sido grandes impulsores del ahorro de largo plazo, observado de forma concreta en los depósitos en los fondos de pensión voluntaria. Pero las reformas tributarias han reducido dichos beneficios, con el riesgo de que las personas ahorren en menor medida con fin específico a su retiro.
Fuente: Portafolio