Reforma al sistema de pensiones en México 2020
Por José Luis Clavellina
Seguridad social se refiere a la protección que la sociedad brinda a sus individuos y hogares para asegurar acceso a asistencia médica y garantizar un ingreso en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad, pérdida del sostén de familia y vejez (OIT, 2003). 1 Este último, cobra especial relevancia en México debido al proceso de envejecimiento poblacional por el que atraviesa. La jubilación se alcanza al cumplir con la edad y el periodo de empleo determinados en las normas de cada país o sistema de seguridad social.
En la mayoría de los casos la edad oscila entre los 60-65 años, y el periodo de empleo entre 30 y 40 años de servicio. Al alcanzar la edad y el periodo de empleo, se adquiere el derecho al pago de una pensión (Salas, 2019). Dado el cambio en la estructura poblacional a nivel mundial, se requerirá modificar la forma de realizar políticas públicas, de planear los requerimientos de infraestructura médica en la atención de enfermedades crónico-degenerativas y del financiamiento de los distintos esquemas de pensiones.
De acuerdo con Vázquez (2012) y Ulloa (2017), el desarrollo de los sistemas de pensiones depende de las características económicas e institucionales de cada país, así como de su concepción jurídica, del tipo de cobertura, de su forma de financiamiento, beneficiarios, derechos, obligaciones, requisitos y costos de administración. En el caso de México, un elemento importante a considerar es la Reforma al sistema de 1997, en la cual todos los nuevos trabajadores asegurados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se incorporarían a un sistema individual o de Contribución Definida (CD), en el que cada trabajador se encuentra obligado a cotizar para su retiro y es responsable, a través de sus aportaciones, del monto de su pensión.
Fuente: Biblio Digital