A la vuelta de una generación, el número de mexicanos mayores de 60 años se habrá duplicado. Y así como para los trabajadores jóvenes de hoy la expectativa que ofrece el sistema de retiro es una pensión que no será superior a una cuarta parte de su salario, para los adultos mayores el panorama es de pobreza y falta de opciones para vivir una vida productiva, de no ponerse en práctica desde ya acciones de política pública en pensiones, salud y el ámbito laboral.

La advertencia fue hecha este martes por un grupo de 14 instituciones que llamaron la atención sobre el problema que el país tiene encima para atender los desafíos del envejecimiento de la población “que ya está en curso”, según definió Carlos Noriega Curtís, presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore).

Hasta hoy lo que hay son medidas no coordinadas que consumen una cantidad creciente de recursos públicos. Van desde programas de pensión para adultos mayores o recursos para atender a otros sectores específicos de población. Una propuesta que surgió de este grupo es la de emplear una parte de la renta petrolera, que es gestionada por el Fondo Mexicano del Petróleo, para que cada persona en edad productiva reciba una aportación en su administradora de fondos para el retiro (Afore).

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